En nuestro artículo de hoy queremos analizar un problema bastante común. La visión borrosa repentina y transitoria es un problema de la vista que en la mayoría de casos no reviste gravedad. Cuando hablamos de transitoria nos referimos a que tiene lugar durante un periodo de tiempo corto.
Causas principales:
- La fatiga ocular producida por forzar la vista de manera intensa durante un periodo prolongado de tiempo y sin descansar lo suficiente. En la actualidad, esta fatiga casi siempre se produce por fijar la vista durante mucho tiempo en pantallas electrónicas.
- Migrañas o cefaleas. Si son muy intensas, pueden ir acompañadas de visión borrosa.
- Cansancio crónico producido por exceso de trabajo o de estudio o por falta de sueño.
- Factores ambientales, como el exceso de ruido o la exposición prolongada a la luz del sol, claridad abundante, mucho viento, etc.
En estos casos, bastará con eliminar la causa de la visión borrosa para que el problema no vuelva a aparecer y tomar precauciones para los momentos en las circunstancias vuelvan a darse. Fíjate que el descanso es la solución a la mayoría de los casos de visión borrosa repentina.
¿Y si se convierte en permanente?
Existen otros factores que pueden causar la visión borrosa permanente. Normalmente no se da de repente, sino que es un proceso que se prolonga a lo largo del tiempo, por lo que es conveniente que acudamos al médico en los primeros síntomas para evitar daños irreversibles o graves. Las causas más comunes son las siguientes:
Prevención:
No nos cansaremos e repetir que la prevención es clave en la mayoría de los problemas relacionados con la visión, por eso es tan importante someterse a revisiones visuales con regularidad y acudir al médico ante cualquier anomalía. Los ojos son unos de los órganos más sensibles de nuestro organismo y por este motivo el estrés, la mala gestión de la ansiedad, el nerviosismo o el no tener un descanso suficiente o de calidad puede afectar muy negativamente a nuestra vista, provocando situaciones de visión borrosa transitoria.
¿Qué podemos hacer?
Establecer pausas de unos 5 ó 10 minutos como mínimo cada 2 horas de trabajo, sobre todo si este se realiza frente a una pantalla electrónica. Aprovechar las pausas para relajar la vista y la mente mirando a lo lejos a través de un balcón o una ventana.
Dormir al menos 8 horas diarias, intentado que se trate de un sueño profundo y reparador.
Tratar de olvidarnos de nuestras tensiones diarias practicando deporte o algún hobbie que nos motive y relaje.
Otra buena práctica es hacer a diario sencillos ejercicios visuales como: parpadear, enfocar y desenfocar de forma voluntaria o mirar de derecha a izquierda, de arriba y abajo y de forma circular.
Otro de los factores de prevención que no debemos olvidar es el uso de gafas homologadas y adaptadas a cada situación. El uso de gafas de sol con cristales que no filtren correctamente la luz solar puede dañar las estructuras del ojo, lo que puede conllevar factores de riesgo para la aparición en el futuro de enfermedades asociadas a la visión borrosa, como pueden ser las cataratas o la degeneración macular. Por ello, es fundamental que las gafas de sol, así como las que usemos cuando estemos delante de pantallas, sean gafas debidamente homologadas y adquiridas en una óptica gracias al asesoramiento de un profesional.
Esperamos que este artículo te haya servido de ayuda para aclarar tus dudas en relación a la visión borrosa de carácter transitorio, diferenciándola de la permanente. No obstante, si algo no te ha quedado claro sobre esta cuestión, no dudes en preguntárnoslo. Nuestro óptico online estará encantado de atenderte.