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abr 07, 2023 Opticalia Callao

Qué es el pterigión, cuáles son sus causas y tratamiento

El pterigión consiste en un crecimiento anormal de tejido con forma triangular que se extiende desde la conjuntiva (membrana transparente que cubre la esclerótica, la parte blanca del ojo) hasta la córnea (superficie anterior y transparente del ojo). Se manifiesta como una especie de “tela” blanquecina en el borde interno y/o externo de la córnea.

Síntomas

En un primer momento, el pterigión o carnosidad en el ojo puede ser indoloro aunque los síntomas que provoca suelen depender del tamaño que vaya adquiriendo. A medida que el tejido va creciendo es habitual que produzca sensación de cuerpo extraño, ardor, ojo rojo, lagrimeo e, incluso, puede llegar a impedir la visión, a dificultar el parpadeo o a inducir la aparición de astigmatismo. En estos casos, el oftalmólogo suele recomendar una cirugía del pterigión. En algunas ocasiones, el pterigion puede confundirse con la pinguécula:

  • El pterigium es una patología ocular relativamente frecuente manifestada como una proliferación fibrosa y vascularizada en "lo blanco del ojo" (tejido conjuntival y cápsula de tenon, superficial a la esclera), habitualmente en la parte más próxima al lagrimal, pudiendo invadir la córnea y alterar la transparencia de la misma.
  • La pinguécula es una mancha o abultamiento de color amarillo en la conjuntiva, cerca de la córnea. De forma similar al pterigium, aparece con mayor frecuencia en el lado nasal del ojo, el más cercano a la nariz. Se trata de un cambio que se produce en el tejido normal de la conjuntiva y que se transforma en un depósito de proteína, grasa y/o calcio, parecido a la formación de un callo en la piel.

La mayoría de las veces, sin embargo, el pterigium pasa prácticamente desapercibido, pudiéndose apreciar en forma de un pequeño nódulo amarillo un poco elevado que puede permanecer totalmente asintomático.

Causas

Las causas de la aparición y el desarrollo de pterigion  no están completamente definidas, aunque se cree que la luz ultravioleta (UV) del sol puede ser un factor en el desarrollo de estas lesiones. Otros factores que se cree pueden predisponer a la aparición de las mismas son el síndrome de ojo seco y elementos ambientales como el viento y el polvo, por lo que las personas que trabajan al aire libre suelen presentar estas lesiones con más probabilidad.

Asimismo, su prevalencia es mayor en la población sudamericana o africana (probablemente de forma secundaria a la exposición solar) y tiene un componente genético importante.

Diagnóstico

Un oftalmólogo puede diagnosticar el pterigion por medio de un examen con una lámpara de hendidura. Este instrumento es un microscopio especial, que permite al especialista en Oftalmología examinar de cerca el segmento anterior del ojo, lo que hace más fácil ver anormalidades en la superficie ocular. No precisa de otras exploraciones especiales, como rayos X o analíticas para su diagnóstico.

Tratamiento

El tratamiento del pterigión dependerá de cómo evolucione el tejido en el ojo (o los ojos), de la velocidad a la que crezca y de la fase en la que se encuentre.

  • Cuando el pterigión es incipiente o muy pequeño, los oftalmólogos suelen emplear esteroides para reducir la inflamación y gotas lubricantes para aminorar la sensación de cuerpo extraño en el ojo.
  • Si el pterigión alcanza un tamaño que compromete la visión alcanzando el área pupilar o se vuelve especialmente antiestético, el oftalmólogo puede plantearse extirparlo mediante cirugía.

La cirugía del pterigión debe ser realizada por un oftalmólogo especialista en técnicas quirúrgicas de superficie ocular. En los últimos años, se ha hecho muy común en la oftalmología la cirugía de autoinjerto libre de conjuntiva, que consiste en que, a la vez que el cirujano retira el pterigión, coloca una pequeña porción de la propia conjuntiva del paciente en el sitio donde anteriormente retiró el tejido. Esta porción de conjuntiva se puede fijar mediante suturas absorbibles o mediante adhesivos tisulares (pegamentos biológicos). La cirugía del pterigión se suele realizar con anestesia local y sin ingreso, es un tratamiento ambulatorio.

Aún aplicando técnicas quirúrgicas, existe la posibilidad de que el pterigión reaparezca, especialmente si estaba muy evolucionado y ya invadía el área pupilar. Por lo tanto, su nivel de recurrencia es bastante elevado.

Postoperatorio

Después del procedimiento quirúrgico, que suele durar entre 30 y 45 minutos, es probable que se necesite colocar un parche protector sobre el ojo por uno o dos días.

Igualmente, tras la intervención se suele realizar un tratamiento tópico con gotas o pomadas de antiinflamatorios para mejorar los síntomas asociados al postoperatorio y reducir la inflamación postquirúrgica.

Los controles periódicos posteriores a la cirugía permiten la detección temprana de una recidiva en el caso de que aparezca.

A pesar de que una pinguécula o un pterigion hayan sido eliminados quirúrgicamente, éstos pueden volver a aparecer. De hecho, la tasa de recurrencia con determinadas técnicas quirúrgicas es entre un 30 y un 40 por ciento, y es aún más probable entre personas menores de 40 años. El protocolo quirúrgico que induce una menor tasa de recidiva es la asociación de un autoinjerto conjuntival (que se obtiene de la conjuntiva sana del paciente y "tapiza" el defecto escleral secundario a la extirpación del pterigium o pinguécula).

Consejos para evitar la recurrencia:

La mejor manera de evitar la recurrencia de pterigio o pinguécula después del tratamiento es limitar la exposición a los factores ambientales que contribuyen a su crecimiento. Esto incluye:

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Publicado por Opticalia Callao abril 7, 2023
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