Generalmente asociamos las lágrimas a los sentimientos o a las emociones, y aunque solemos asociarlo a estados de ánimo, las lagrimas componen una parte importante del sistema visual clave para mantener una correcta salud ocular. En este artículo veremos los principales usos de las lágrimas artificiales, así como algunas recomendaciones y también limitaciones en su uso.
Las lágrimas artificiales se utilizan, básicamente, para mantener los ojos bien húmedos e hidratados cuando, por diversos factores y circunstancias, una persona no es capaz de producir lágrimas naturales en la cantidad o calidad suficiente.
Estos problemas de falta de hidratación de los ojos pueden deberse a:
Para estos casos, las lágrimas artificiales son un remedio sencillo pero eficaz que, sin tener ningún tipo de efecto secundario o contraindicación, alivia molestias e impide que se produzcan complicaciones y hasta lesiones importantes por culpa de esta falta de hidratación ocular.
Las lágrimas artificiales son un producto farmacéutico y sanitario que se administra por vía tópica. Pueden conseguirse con o sin receta, pero siempre es recomendable consultar a un profesional del cuidado de la visión. Su uso más común es para aliviar el síndrome del ojo seco intentando replicar las características de las lágrimas naturales: osmolaridad, pH, viscosidad y tensión superficial.
Existen dos tipos de lágrimas artificiales según su composición.
Hay multitud de marcas que ofrecen lágrimas artificiales y no hay una que destaque por encima de las otras, un profesional te ayudará a encontrar las más indicadas para ti.
Aunque su uso natural y más generalizado es para combatir el ojo seco, las lágrimas artificiales también pueden aplicarse para:
Las lagrimas artificiales mantienen los ojos hidratados cuando por diversas razones las lagrimas naturales del ojo no son suficientes o no tienen la calidad necesaria.
Hay que tener muy claro que las lágrimas artificiales, pese a su capacidad para aliviar molestias e hidratar el ojo, nunca deben substituir una visita al oftalmólogo. Incluso para molestias oculares menores, es posible que las lágrimas artificiales sean insuficientes o necesiten combinarse con otros fármacos o tratamientos.
Por otra parte, no todas las lágrimas oculares son iguales, existiendo distintos niveles de calidad. Nuestro oftalmólogo nos puede asesorar también en esta elección.
Si las lágrimas son para ti una solución fácil de tus molestias oculares, sigue estos consejos para su aplicación.