La sensación de arenilla en el ojo es algo muy común que por lo general no conlleva gravedad y que suele ser síntoma de un ojo seco. Te explicamos las posibles causas y como tratarlas, sobre todo ahora de cara a la vuelta a las playas.
El ojo seco es una afección ocular que consiste en una baja producción de lágrimas, que normalmente es debido a una alteración de las glándulas de Meibomio -situadas en los párpados- y que tienen la función de mantener húmeda la superficie ocular. En problemas como alergias, vista cansada o la entrada de un cuerpo extraño en el ojo, es importante la lubricación para evitar irritación o enrojecimiento del globo ocular.
Posibles causas del ojo seco y la molesta arenilla en los ojos
- Alteraciones en la piel: acné rosácea.
- Trastornos alérgicos.
- Enfermedades reumáticas: antidepresivos, antihistamínicos o anticonceptivos, entre otros.
- Cambios hormonales: la menopausia.
- Adicción al tabaco.
- El abuso de lentes de contacto que incluso pueden llegar a provocar una úlcera corneal.
- Leer durante largos periodos de tiempo: fatiga visual.
- Usar un dispositivo electrónico con mucha frecuencia puede producir una mayor evaporización del lagrimal.
- Envejecimiento, en especial a partir de los 50 años.
- Aire acondicionado, sistemas de calefacción y ambientes exteriores áridos con bajos niveles de humedad y con mucho viento.
- Problemas de párpados: como la blefaritis
- Conjuntivitis. Se trata de una infección de la conjuntiva, la fina capa que recubre la parte blanca del ojo, y es causada por la entrada de virus, bacterias o una reacción alérgica.
- Pterigión. No es muy común, pero también puede provocar sensación de arena en el ojo. Se trata de un tumor benigno que aparece en la esclerótica, la zona blanca del ojo.
Tratamientos y prevención del ojo seco
1. Mantén una correcta higiene ocular y protege tus ojos para evitar infecciones, especialmente cuando llevas lentillas o nadas en la piscina o el mar, pues son las formas más comunes de contraer conjuntivitis.
2. Evita pasar demasiado tiempo ante las pantallas, y si lo haces, cuida la frecuencia con la que parpadeas para evitar la sequedad en el ojo y la fatiga ocular. Es importante que tengas en cuenta que estas molestias también pueden aparecer en los más pequeños si abusan de los dispositivos digitales. Puedes proteger tus ojos, y los suyos, del efecto nocivo de las pantallas usando lentes con filtro azul que reduce la cantidad que de luz que llega al ojo.
3. Lágrimas artificiales, para ayudar a que mantengan la humedad propia del ojo. Si llevas lentillas y padeces el síndrome del ojo seco, debes saber que existen lentillas específicas para esta enfermedad.
Fotografías: Elaine Bernadine Castro, Designecologist, Sean Patrick
