Supongo que has escuchado más de una vez que los ojos claros son más sensibles a la luz. El color de ojos en sí no determina la susceptibilidad de estos a la luz, ya que el iris es opaco tanto en ojos claros como en ojos oscuros. ¿Entonces es mentira? Tampoco, sigue leyendo...
Es la pupila la que se encarga de recibir la luz a través del epitelio pigmentario. La cantidad de pigmento, determinada genéticamente, sí determina la sensibilidad de los ojos a la luz del sol. Los ojos claros suelen tener menos cantidad de pigmento, por lo que la luz se refleja más en su interior.
El color de los ojos está determinado por la melanina, un pigmento del organismo que se encuentra presente en el pelo, la piel y, por supuesto, en los ojos. La tonalidad del iris depende la cantidad de ese pigmento que hay en una membrana llamada estroma, localizada en la úvea posterior.
La sensibilidad de los ojos no está únicamente determinada por la cantidad de melanina del iris, sino por la cantidad de melanina que se localiza en el epitelio pigmentario de la retina. La opacidad del iris es similar en unos ojos oscuros y en unos claros. Sin embargo, por lo general, los ojos con iris claros tienen una predisposición genética a tener menos melanina el epitelio pigmentario de la retina. Cuando los dañinos rayos UV entran en el ojo a través de la pupila, e inciden sobre una retina con poca melanina, el riesgo de sufrir daños oculares es mayor.
El haz de luz visible, está compuesto por los rayos de colores que componen el arco-iris. La suma de todos ellos da como resultado la luz blanca. Los colores de los objetos están determinados por el comportamiento de la luz cuando incide sobre ellos.
La melanina es el pigmento natural que determina qué rayos que componen el espectro de luz visible se reflejan y cuáles se absorben. La melanina protege a los ojos de la radiación UV y, por tanto, los ojos con un iris negro o marrón oscuro, son menos sensibles a la luz del sol.
Entonces, ¿Sólo deben protegerse del sol las personas con ojos claros? ROTUNDAMENTE NO. Los rayos UV que emite el sol son potencialmente dañinos para todos los ojos, independientemente de su color. Te recordamos, además, que las emisiones nocivas de rayos UV están presentes en verano y en invierno por lo que debes proteger los ojos del sol durante todo el año. Y por si lo dudabas, sí, los bebés también necesitan proteger los ojos del sol, por lo que hay gafas adaptadas para ellos.