Cuando preparamos una maleta de verano, solemos pensar en la ropa ligera, el protector solar, el cargador del móvil... Pero pocas veces nos detenemos a pensar en cómo cuidar un accesorio fundamental para nuestra salud y comodidad: nuestras gafas.
Las gafas —sean graduadas, progresivas o de sol— también necesitan atención durante el verano. Altas temperaturas, exposición al sol, humedad, arena, cloro o rayaduras accidentales pueden afectar a su rendimiento y durabilidad.En este artículo te damos consejos sencillos para proteger tus gafas durante las vacaciones y asegurarte de que te acompañen durante todo el verano en perfectas condiciones.
Calor extremo y gafas: una combinación peligrosa
Las gafas están diseñadas para resistir el uso diario, pero no son inmunes al calor excesivo. Las temperaturas elevadas pueden deformar la montura, dañar los tratamientos de las lentes y afectar su graduación si están mal almacenadas.
🔥 Evita dejarlas en sitios como:
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El salpicadero del coche bajo el sol
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La toalla o la arena caliente
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Al lado de ventanas o superficies metálicas expuestas
👉 Lleva siempre un estuche rígido contigo. Es tu mejor aliado para protegerlas del calor y los golpes inesperados.
Arena, polvo y salitre: enemigos silenciosos
Un simple grano de arena puede rayar una lente si intentas limpiarla sin el cuidado adecuado. Además, el polvo fino y el salitre pueden acumularse en las bisagras o en la superficie de la montura, deteriorándola poco a poco.
¿Qué hacer?
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Sacúdelas con suavidad antes de limpiarlas.
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Usa un spray específico y paño de microfibra (¡nunca papel o toallas!).
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Si están muy sucias, lávalas con agua tibia y jabón neutro, y sécalas con un paño limpio.
💡 Consejo extra: lleva siempre un pequeño kit de limpieza si te vas de viaje.
Cloro y gafas: cómo evitar daños en piscina
Las gafas graduadas o de sol no están diseñadas para resistir la inmersión en piscinas o agua salada. Aunque no lo notes al instante, el cloro puede dañar los tratamientos antirreflejantes, tintados o espejados.
🛑 Evita bañarte con gafas si no están diseñadas para ello.
🧼 Si se mojan accidentalmente, enjuágalas con agua dulce cuanto antes y sécalas bien.
👉 En Opticalia Callao tenemos gafas específicas para natación, incluso graduadas si lo necesitas.
Cómo guardarlas: más allá del estuche
Además de protegerlas con un estuche rígido, hay otros pequeños gestos que alargan la vida de tus gafas:
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No las dejes apoyadas con las lentes hacia abajo.
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No las cuelgues del cuello de la camiseta: es una caída asegurada.
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No las limpies con la toalla de playa o la ropa.
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Si llevas más de un par, sepáralas dentro de la maleta con fundas individuales.
Lentes fotocromáticas: una opción práctica para viajar
Si vas a hacer un viaje largo y no quieres cargar con dos pares de gafas (graduadas y de sol), las lentes fotocromáticas pueden ser una gran aliada.
🌤️ Se adaptan a la luz del entorno, oscureciéndose en exteriores y aclarando en interiores.
🎒 Son especialmente útiles en entornos cambiantes: paseos, visitas turísticas, actividades urbanas...
👉 Consúltanos si son adecuadas para tu caso. Las trabajamos también en progresivos y con filtro de luz azul.
En Opticalia Callao podemos ayudarte a preparar tus gafas para el verano: limpieza profesional, ajustes, revisión de lentes o incluso un par extra por si acaso. Todo pensado para que tú solo tengas que preocuparte de disfrutar.
Y si tus gafas son nuevas… protégelas desde el principio
Si estrenas gafas este verano, lo ideal es empezar con buenos hábitos:
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Usa el estuche desde el primer día.
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Limpia con productos adecuados.
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No las compartas: cada par está ajustado a su usuario.
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Si notas que se desajustan por el calor o la humedad, visítanos para un ajuste gratuito.
Tus gafas forman parte de tu día a día… y también de tus vacaciones. Con unos pocos cuidados, puedes mantenerlas en perfecto estado y asegurarte de que sigan acompañándote con la misma calidad y comodidad.
En Opticalia Callao, te damos no solo las gafas que necesitas, sino también los consejos para cuidarlas como merecen. Porque el verano es para relajarse… no para lamentar accidentes evitables.
Foto de Sergio Arteaga