Causas y tipos de conjuntivitis en niños

La primavera es una época preciosa en la que llegan las buenas temperaturas, los días se hacen más largos y hay más posibilidades de disfrutar al aire libre. Salvo para los alérgicos claro, para quienes la primavera puede resultar una auténtica pesadilla.

En Opticalia Callao queremos ayudaros a afrontar la primavera con optimismo, y sobre todo a detectar los posibles indicadores de la conjuntivitis alérgica en niños, que puede darse a partir de los dos años de edad.  El hecho de que el niño se queje de que le pican los ojos o de que los tiene inflamados es ya una buena pista y aunque no todo lo que pica es alergia, sí es cierto que todas las alergias pican.

Principales tipos de conjuntivitis en niños

• La conjuntivitis alérgica típica. Esta es la conjuntivitis más genérica, que aparece cuando la persona se expone a elementos alérgenos como el polen, los ácaros, la humedad, los hongos… Entre sus síntomas destacan  la conjuntivitis,  el asma, la rinitis; entre otros. El tratamiento en este caso, además de a localizar el alérgeno, estará enfocado a reducir los síntomas: vacunas y gotas para los ojos, entre otros, resultan de probada eficacia para el control de esta sintomatología. Además, se ha de evitar en lo posible la exposición al alérgeno.
  
  
• La queraconjuntivitis vernal. Se da exclusivamente en los niños y desaparece una vez éstos alcanzan la pubertad. Se trata de una conjuntivitis que aparece de forma aislada en los ojos, aunque en algunos casos pueda estar ligada a otros síntomas como rinitis o asma. Es un tipo de conjuntivitis muy severa porque puede afectar al desarrollo de la visión del niño, en la medida que afecta al correcto desarrollo de la córnea. Se da más en niños que en niñas, pudiendo aparecer a una edad variable (lo mismo a los dos que a los siete años).
  El alérgeno que la produce es inespecífico,  los tratamientos tratarán de controlar los síntomas y es importante acudir a las revisiones oftalmológicas hasta que finalmente desaparezca.
  
  
• La queraconjuntivitis atópica.  Es la menos frecuente y la más grave. Así como la queraconjuntivitis vernal está limitada en el tiempo, esta puede prolongarse durante toda la vida de la persona y supone una amenaza a su calidad de vida, por los síntomas que presenta y por las posibilidades de que afecte a su visión, en la medida que dañe la córnea. La dermatitis atópica puede ser un síntoma de esta conjuntivitis crónica y es necesario un constante control y seguimiento de la misma para minimizar sus consecuencias.

El profesional más adecuado para detectar este tipo de enfermedades es el oftalmólogo, si bien puede ser necesaria la intervención de los alergólogos para localizar el origen de la enfermedad. Si sospechas de que tu hijo puede padecerla, acude a tu médico de cabecera y te aconsejará el protocolo más adecuado para vuestro caso.